LOS INOCENTES DE OSWALDO REYNOSO:
Existe una anécdota que sucedió en el mítico bar “Palermo” con respecto a la duda de Oswaldo Reynoso de publicar el cuento en cuestión, resulta que el poeta peruano Martín Adán le dijo entre copas a Oswaldo luego de revisar el manuscrito: "Reynoso, usted va a sufrir... no están preparados aún"; y es que, Martín Adán ya había vislumbrado la calidad de Los inocentes
Adán tenía razón, no lo estaban. “Los inocentes” no sólo fue técnicamente innovadora al incorporar mecanismos propios del género cinematográfico (encabezados con forma de guión; minúsculos flash-backs; monólogos interiores a la manera de voces en off; sutil interrelación de los relatos) y periodístico ("Rocanrolero asalta y roba" se lee en una noticia insertada con tipografía de diario), la verdadera trasgresión fue darle forma a un lenguaje vivo que emulaba con acierto el léxico callejero sin dejar de lado su potencial lírico.
"Me gusta el olor de mi cuerpo el olor de las muchachitas de mi barrio me arrecha sobre todo en verano tienen olor a pescado a fierro en invierno no se lavan y apestan rico las manos de Gilda", dice uno de los protagonistas, y es casi tangible la música de esa prosa en la que, como bien señaló José María Arguedas, convergen "la jerga popular y la alta poesía, reforzándose, iluminándose".
Hay, pues, que leer a Reynoso, sí, pero sobre todo hay que rendirle homenaje a un escritor valiente cuya influencia literaria y apoyo a los narradores más jóvenes nunca ha cesado. Y es que realmente existe talento, prosa y elegancia narrativa en nuestro bello país.
Dejo 2 videos en donde se puede profundizar con más ahínco el tema en cuestión y que por cierto son la fuente de donde parafrasee esta publicación.
- Sucedió en el Perú:
- Presencia cultural:
#narrativa_peruana
#Oswaldo_Reynoso
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