"El corazón robado" de Arthur Rimbaud
Arthur
Rimbaud fue uno de los poetas que hasta ahora me deleito en
profundizar; contrariamente al romanticismo que muchas veces es
rimbonbante en palabras, el autor denota con magno detalle los misterios
del mundo a través de imágenes sensoriales y abundancia de adjetivos, a
eso le llaman simbolismo, estilo con mucha musicalidad y dominio de los
sentidos.
Arthur Rimbaud, el poeta que ya no escribía, murió a los 37 años en Marsella, postrado ante una hermana devota y un cura tratando de robarle en el último suspiro un arrepentimiento ante un Dios que tal vez no existe.
He aquí algo, magia para los sentidos, ágape para el alma:
"¡Mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal
y me vierten en él chorros de sopa,
mi triste corazón babea a popa:
con las bromas sangrientas de la tropa
que brama un carcajeo general,
mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal!
Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado;
y de noche componen unos frescos
itiofálicos y soldadinescos.
¡Oleajes abracadabrantescos
llevadme el corazón, que sea lavado!
Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado.
Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?
llegarán con sus estribillos báquicos;
cuando se agoten sus chimós gargálicos
sentiré sobresaltos estomáquicos,
yo, el del corazón despedazado.
Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?"
(El corazón robado by Arthur Rimbaud)
Arthur Rimbaud, el poeta que ya no escribía, murió a los 37 años en Marsella, postrado ante una hermana devota y un cura tratando de robarle en el último suspiro un arrepentimiento ante un Dios que tal vez no existe.
He aquí algo, magia para los sentidos, ágape para el alma:
"¡Mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal
y me vierten en él chorros de sopa,
mi triste corazón babea a popa:
con las bromas sangrientas de la tropa
que brama un carcajeo general,
mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal!
Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado;
y de noche componen unos frescos
itiofálicos y soldadinescos.
¡Oleajes abracadabrantescos
llevadme el corazón, que sea lavado!
Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado.
Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?
llegarán con sus estribillos báquicos;
cuando se agoten sus chimós gargálicos
sentiré sobresaltos estomáquicos,
yo, el del corazón despedazado.
Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?"
(El corazón robado by Arthur Rimbaud)



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